Editorial: Alfaguara Juvenil/Ediciones Santillana
Año de Edición: 2009
Comentario Crítico:
El principio del libro me pareció entretenido y un muy buen ejemplo de vida para seguir cuando uno ve todo oscuro y sin salida.
Lucas era un chico cuyos padres estaban separados, sin autoestima y fe en sí mismo, negativo y que veía todo negro. No le gustaba ser alto ni tener piernas largas, siempre prefería pasar desapercibido y era muy poco sociable. Gracias a la insistencia de su primo Fefi fue al club un verano y se dio cuenta de que tenía una habilidad que no conocía: jugar muy bien al basquetbol. El saberlo, hizo que él se entusiasmara y saliera de la oscuridad.
Lo gracioso del primer día de práctica fue que, como él no tenía ropa adecuada para jugar, Fefi le prestó un short rosado y una remera naranja con flores cruzadas por adelante. Esto hizo que un compañero de práctica le pusiera el sobrenombre de “Doña Rosa”, que pronto pasaría de odiarlo a gustarle y parecerle simpático. Este vestuario pasaría después a ser su amuleto de la buena suerte. Ahí estaba ocurriendo ya el gran cambio en Lucas: sentirse que valía como cualquier persona, como ser humano sin importar la ropa que vestía. Eso ya fue un gran crecimiento para él.
Lucas nunca había tenido un objetivo en su vida hasta que se dio cuenta de su habilidad. Jugando al basquetbol se sentía libre, feliz, como si no tuviera límites. Esto lo hizo convertirse en parte del plantel. Pronto empezó a practicar en cada rincón que encontraba y nadie podía creer cuando lo veían. Él y Fefi utilizaban cualquier cosa cilíndrica como aro. Esto creo que es un gran ejemplo en la vida, de lo que se puede conseguir gracias al esfuerzo.
Gracias a que empezó a practicar en el club, también conoció a su primer amor: Filomena. Hasta ese momento, él sentía que era imposible que alguna chica le hablara. Apenas veía alguna, se le trancaban las palabras y era imposible que le saliera ningún sonido. Esto le pasó al principio, cuando la vio por primera vez a Filomena, pero una vez que empezó a ganar la confianza en sí mismo, todo se hizo más fácil.
Así como buenos, también hay un mal ejemplo. A Lucas no le gustaba correr, por lo cual se le ocurrió un día hacer trampa y acortar el recorrido. Lo hizo diariamente hasta que Pablo, el entrenador, lo descubrió. Como toda cosa hecha mal en la vida, tiene su merecido. En el caso de Lucas, fue el túnel. El túnel consistía en que los compañeros de Lucas formaran dos filas, por las cuales tenía que pasar él por el medio recibiendo golpes de ellos en todas direcciones. Además del dolor de los golpes, esto también hizo sentir a Lucas mal como persona sintiendo mucha vergüenza.
Tomás Bartesaghi
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